jueves, 29 de octubre de 2009

Capítulo 7

Capítulo 7. El Planeamiento en Relaciones Públicas

Naturaleza y propósito del Planeamiento

El plan, planeamiento o planificación requiere de vocación, una sólida predisposición por el arte y la técnica que llevarán a una selección de las mejores alternativas e instrumentos para realizarlo, por medio de decisiones, coordinadas entre sí para lograr los objetivos trazados (que deben ser concretos y accesibles). Los procesos deberán estar apoyados en la estrategia operativa, y regulados por un control de gestión.

Para realizar bien todo Plan (aunque difícilmente se lleguen a cumplir todos los objetivos) se deben evaluar las condiciones operables y elaborar hipótesis críticas; asimismo debe evaluarse la situación en la que el Plan se desarrollará.

Podemos definir al Planeamiento como “la manera organizada, consciente y continua, para seleccionar las mejores alternativas y los medios disponibles para lograr determinados objetivos”. Y, a las políticas como “los conjuntos integrados por objetivos dispuestos para la acción y ordenados según diferentes criterios (sectores o áreas de acción, secuencia en el tiempo, importancia del objeto). Las políticas constituyen la guía general para tomar decisiones y elaborar técnicas de los planes”. Para elegir un modelo de Planeamiento adecuado debemos escoger al que en su aplicación considere a los componentes de la especialidad.

El Planeamiento

Este proceso responde a que las RRPP nunca dejen nada librado a la improvisación ni al azar. Todo debe cumplirse a través de Planes y Programas o campañas que formarán parte del Plan General del área.

Los elementos que se usen en esta acción deben ser factibles, realistas, positivos y técnicos, y como conse4cuencia producirán beneficios acorde a los esfuerzos realizados.

El Planeamiento se basa en conocer la realidad y en un proceder de acuerdo con un diseño técnico idóneo que facilite el ordenamiento y control de las operaciones para llegar a una situación deseable.

Asimismo el Plan o Campaña a realizarse debe tomar como referente a los objetivos generales de la institución.

Planeamiento se define como (según Albert Waterson) la manera organizada, consciente y continuada de seleccionar las mejores alternativas disponibles para lograr metas específicas.

El Planeamiento es en la práctica “un curso de acción propulsado por una cadena de decisiones” y responde a las preguntas qué hacer, cómo, cuándo, quién y qué medios utilizaremos para hacerlo.

Lo importante es establecer las secuencias ordenadamente, acompañarlas con los medios necesarios y establecer los tiempos de ejecución adecuados.

El Plan puede ser General (englobado a todo el conjunto de planes de una organización de manera coordinada), o Sectorial (constituido por lo distintos programas o campañas del área)

Los programas o campañas que forman parte del Plan son:

1.- Transitoria: se realizan cuando se quiere alcanzar objetivos a corto plazo. Por ejemplo inauguraciones, convenciones, etc.

2.- Permanentes: tienen un desarrollo estable, se conocen los recursos a necesitar. Por ejemplo campaña anual de publicidad institucional.

3.- Transferenciales: son las que por sus resultados u oportunidades pueden pasar de una a otra de las categorías anteriores.

El Planeamiento estructura su acción sobre la base de un conocimiento cabal de la situación y las perspectivas posibles y probables.

El Plan nunca debe exceder las posibilidades reales de la organización. Para ellos se trazan las hipótesis de conflicto, que representan obstáculos que eventualmente pueden presentarse.

Lo más difícil para realizar un Planeamiento es determinar el grado de certeza. Esta incertidumbre ocurre porque el plan se realiza en un presente conocido hacia un futuro desconocido al que sólo se puede llegar con pronósticos.

martes, 13 de octubre de 2009

Capítulo 5 y 6

Capítulo V. La función política de las Relaciones Públicas y la acción institucional

No es novedoso que las relaciones públicas representan esencialmente una función política, además es el único organismo que atiende a todos los públicos. Las Relaciones Públicas se encargan de interpretar y atender la fenomenología humana inherente al propio proceso de la organización, tanto interna como externamente.

La empresa se puede comparar con el cuerpo humano ya que también es un ser que necesita alimentarse para poder vivir y desarrollar energía a través de actividades productoras de bienes y servicios. Igualmente que la persona, la empresa evoluciona y se desarrolla, asimismo convive en un entorno con otros entes de la misma naturaleza con los que comparte un clima social, político y económico.

Las políticas dispuestas por sectores deben estar sustanciadas en la información, proveer a la entidad el conocimiento sobre hechos y alternativas para que sirvan de apoyo en la toma de decisiones y la comunicación para ofrecer a los públicos un conocimiento de los hechos producidos y criterios sustentados en actividades realizadas.

Asimismo la función política contribuye a la formulación de objetivos y metas en la organización. Esta función lo que hace es vitalizar la labor de las RRPP de lograr una identificación de sus públicos a través de la habilidad ejecutiva y la capacidad creativa de los profesionales.

Capítulo VI. La Imagen Institucional

El término imagen ha sido trastocado y llevado muchas veces sólo al ámbito referido l poderío de una empresa, así, las empresas consideradas “grandes” poseen imagen y a la vez poseen poder y omnipotencia. Esto se debe a que fueron precisamente estas empresas las que fueron las primeras en preocuparse por su imagen.

La imagen institucional está conformada por un conjunto de sentimientos, opiniones, actitudes, estereotipos y también prejuicios, que los públicos adoptan hacia una organización. La imagen está determinada en función que un conjunto de elementos que sean capaces de reflejar las actividades de la entidad, tanto hacia dentro como fuera de ella.

Si bien es cierto las RRPP se encargan de propulsar una buena imagen institucional, esta tarea tiene que ser compartida también con la organización, así todos los miembros deben participar en la construcción de imagen de la entidad.

Pero el trabajo de proyectar una buena imagen no quiere decir que se vayan a cubrir o tratar de disimular males profundos dentro de una entidad. Sobre todo, la imagen institucional no se fabrica, ni se crea ni se inventa, ni se compra; más bien es el resultado de una conducta, de una performance sostenida, por parte de los públicos frente a las demandas. Es decir, el público receptor es el que genera y sostiene la imagen de una entidad.

Cabe mencionar que es necesario contar con valores y haberse esforzado y desenvuelto favorablemente para así obtener un buen posicionamiento.

Para dar una definición de imagen institucional podemos decir que “resulta de la proyección de una realidad consolidada, destinada a promover identificación y prestigio en los públicos, a través de una actividad permanente y debidamente planificada.

Para evitar cualquier conflicto, en el desarrollo del Planeamiento se desarrollan sondeos e investigaciones operativas, ya que no siempre se ofrecen condiciones propicias o favorables para proyectar, mantener y acrecentar la imagen institucional de una entidad.

Para verificar si el proceso de la Imagen Institucional se está llevando a cabo de manera satisfactoria se realizan controles de gestión y evaluaciones periódicas a los resultados que se vayan registrando; esto nos permite hacer los ajustes necesarios.